domingo, 22 de julio de 2007

La mesa de Kafka



Leo, escribo o me duermo recostado en mi mesa. Deseo atarme a esta mesa y no salir de la habitación, necesito ser embriagadoramente libre ante la página en blanco. Mi cuaderno en octavo: una ventana, una almohada, un pozo. Mi vértigo avanza contra una oscuridad infinita.